El consejo académico del pasado 16 de octubre, dicen quiénes saben del tema, estuvo cortito en ésta ocasión. Duró únicamente tres horas.
Al preguntar a
algun@s consejeros
académic@s estudiantes, lo primero que mencionaron fue que al fin se creó ya la comisión de transparencia, encabezada por los coordinadores de área y dos consejeros estudiantiles (aún no sabemos si consejeros estudiantiles-estudiantiles, consejeros académicos-estudiantiles, consejeros universitarios-estudiantiles...) y que va a ser la encargada de checar dónde está la lana, quién dispone de ella, bajo que motivos y demás.
Uno de los principales problemas, a mi ver, es que gran parte de éste dinero que tanto se menciona como manzana de la discordia, pertenece a los cuerpos académicos, y que es de los proyectos que ellos crean y de los niveles alcanzados el dinero que se le manda a la universidad para que lo haga valer para la mejor y mayor preparación de los mismos... pero todo mundo quiere jalar agua pa'su-molino.
Además de eso, se hizo hincapié en que no hay actas de los Consejos Académicos pasados y que por eso no se pueden dar seguimiento a muchas de las situaciones presentadas cotidianamente, y que, lamentablemente, nuestro director calificó en la misma junta como "berrinchitos".... no lo son, son necesidades académicas y de formación que la Facultad exige y merece.
Otro de los puntos tratados fue la extrañeza que suscitó entre
maestr@s y
alumn@s el hecho de que se convocara a elegir a
l@s próxim@s consejer@s académic@s en el mismo consejo académico, es decir, sin que se abriera a la participación general, como hecho generalmente, y que, cada quién, desde su postura de consejer@, eligiera su propio gallo o se mencionara a sí mism@ pa' la reelección.... Obviamente esto no procedió, y se espera que, por lo menos entre el alumnado, se amplíen las fechas hasta enero, pues ahora sería inútil, ya que
l@s de octavo vamos de salida, y aún no entran
l@s de primero....
Es importante recuperar la figura del Consejo Académico como el órgano donde se toman las decisiones en la facultad, el máximo grado de autoridad y responsabilidad en la Facultad, y que, sobre todo el alumnado, esté conciente de esto, y no caiga en la apatía y desinterés que sólo permite que los cotos de poder hagan su beneplácito. Es labor de
tod@s nosotros, que estamos medianamente enterados de esto, hacérselo conocer, comprender, y apropiar al resto de las personas que participarán... esto también es formación cívica y política.
Y entre chismes... las cosas se ponen cada vez más agrestes en el Consejo Académico. Declaraciones en las que se insinúa que existe un engaño sistemático por parte de las autoridades para no aceptar sus compromisos y responsabilidades se ventilan, no hay cuartel para los errores, pero tampoco la respuesta clara y sincera ante las problemáticas. Hay un grupo muy fuerte de estudiantes y docentes que luchan por la utopía de una Facultad incluyente y democrática, transparente y equitativa en sus manejos académicos, políticos y administrativos, pero acéfala, con intereses que convergen, pero sin la fuerza que como grupo político parecía iba a tener. El ejemplo claro de ésto es el ex-candidato a dirección Pepe López que, aunque hace sus comentarios certeros y a veces hasta ardidos, no está trabajando en conjunto con nadie y se le nota perdido de la vida pública de la Facultad, confinado a sus ataques y fugas -algunos con razón, otros más con encono político- en los espacios de representación de la Facultad.
Acéfala. Exactamente así es como se vive la Facultad en éste momento en varios de sus procesos. Esos vacíos de poder representativo y democrático han sido ocupados por
l@s coordiandor@s que no dejan la lucha en pro de la academia... pero también por unos cuantos alumnos oportunistas y docentes que se aprovechan de los recursos sin dar mayores explicaciones...
Esperemos que dejemos de tragar pinole pronto, suficiente sabemos por los diarios de lo que pasa en otros estados cuando los gobiernox no son representativos....